Cada viernes es una invitación a salirme de mí misma…
Una oportunidad de subirme a un tren imaginario que me lleva a lugares que ni siquiera imagino.
Cada viernes es una invitación a ir al encuentro de mi centro.
Ese donde me alimento, me nutro de energía, recargo mi sistema, me escucho a mí misma.
Es una bocanada de aire fresco. El preludio de un despertar sin horario.
De caminatas sin ritmos prefijados.
De encuentros.
Cada viernes es un cheque en blanco por tres días donde dice “ Vale por hacer lo que te venga en gana”
Y repito con ganas la palabra ganas.
Tengo ganas de ir a tomar un café a ese lugar tan tranquilo y sentarme con un libro a esperar verte llegar.
Tengo ganas de una copa de vino, tranquila frente al fuego, mientras el calor todavía se hace desear.
Tengo ganas de abrazarte, olerte sin olfato, sentirte sin estar.
Tengo ganas de celebrar estar viva. De que tu también lo celebres.
Tengo ganas de orar en esa hora especial, en que estamos todas convocadas a pedir con amor, para que el amor haga su obra.
Los viernes reinicio un pacto de amor conmigo misma, que estalla el fin de semana y se prolonga en la calidez del lunes, la exigencia del martes, el equilibrio del miércoles, y el preludio del jueves.
Vive con ganas. Vive tu hoy. Vive. Vale la vida!
Bendiciones infinitas! Porque nunca estamos solas!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos