Ni malo ni bueno ¿Qué hacemos con lo que hay?
Este viaje de fecha intempestiva fue la exacta. Las fechas son la última entrega del control. Ok. No pudo ser cuando estaba previsto. Nos escuchamos. Sentimos. Hacemos. Soy. Hago.
Al llegar a París, me di un baño con sales alquímicas y todo lo demás. Cuando fui a destapar la bañera, no pude. Vino desde el conserje hasta el portero de la noche, todo un desfile de hombres de piel oscura afanados en destapar el entuerto mientras yo en bata los miraba. No pudieron con el tapón. Así que dormí con la bañera llena.
Y al otro día, al salir de desayunar, se largó un temporal. Mi paraguas, un modelo año 2000 que mi madre lo da como único en su género, no se abrió. Y la mochila antirrobo, anti acecho, anti todo, sufrió un colapso y se le trabó la sofisticada contraseña.
Levanté la cabeza, frente a mí un local Samsonite. Entré. Y en ese momento el paraguas decidió abrirse “a todo dar”. Armó alto incordio y por poco no le doy al dependiente que se acercaba sonrisa en boca.
Le pedí que por favor me abriera la mochila. Cosa que hizo, supongo que deseando que esa señora desbordada como la bañera y trancada como el tapón, se fuera rápido.
“Ayúdeme a sacar todo, voy a comprar una mochila que sea amable y de buen carácter. Y también un paraguas por favor”.
De ahí salí con una mochila azul Francia, color que eligió él, yo no estaba para detalles- No tengo palabras para decir lo fabulosa que es. Y con un paraguas que cuando lo necesitás, se abre. Brutal progreso.
La mochila pendenciera había sido comprada para otro viaje. El paraguas era herencia. Merecían terminar sus días en la ciudad de mis amores.
Y al volver al hotel, la bañera les había dado tanta guerra que me cambiaron de habitación a mi amada buhardilla del 6º ´piso, con vista a la rue. Ni tan desbordada, ni tan trancada.
A veces se nos viene todo junto. El quid está en distinguir lo grave lo que no lo es. Y aprender a reírse de una misma. De ahí para adelante ni desbordes ni tapones. ¿Qué hacés cuándo parece que estás desbordada y trancada?
Simone Seija
La Psi que leo Registros Akásicos
Consteladora Akásica