Blog - Nunca estamos solas

Salir de la toxicidad del eterno retorno

Iba y volvía con mis parejas. Cuando cortaba, no encontraba alguien “mejor” con quien salir.
Me venía el desasosiego, y pensaba que me iba a quedar sola de toda soledad. Reculaba para atrás en chanclas, que es complicado, para volver al lugar de donde había salido. No porque quisiera. No porque me hubiera equivocado y quisiera reconstruir, sino porque quedarme sola me parecía terrorífico. Tanto hablar de empoderamiento femenino para terminar entregándole el poder sobre nuestra vida a quien no se lo merece, por miedo a sostenerlo y acrecentarlo nosotras mismas.
Veo mujeres estupendas, de todas las edades, con situaciones que se repiten. Una, quedarse en una relación donde no son felices, por miedo. A no poder. Algunas incluso, diciendo que lo hacen por sus hijos. Lo cual sigue pareciéndome una cobardía. Las madres no se quedan por sus hijos. Se quedan porque no se quieren mover. Si la vida para vos es un infierno, viviendo una pesadilla, en qué parte tus hijos se la van a llevar de arriba sin padecerlo. Si la estás pasando mal, sos la adulta responsable de ponerte a salvo por vos y por ellos.
Luego, mujeres estupendas que dejaron una relación que ya no daba de sí. Por violencia. O cuernos. O por lo que fuera. Se querían ir. Lograron irse. Ven que el tiempo pasa, y no surge un “prospecto” conveniente, y empiezan a mirar con cariño al violento engañador.
Nada que a una no le haya pasado. Nada que una no haya hecho. El detalle es que en un año donde el protagonista es Plutón. Y el otro rey de la fiesta es Marte.
No hay demasiado agujeros donde hacer la del ñandú.
Sale afuera lo podrido y maloliente.
Marte dice “Dale, movéte. Hacé. Queré. Animáte.”
Los años pasados fueron maravillosos para perder tiempo en lo que no lo valía. Parecía que había de sobra para reparar daños. Aunque nunca fue así, así lo percibíamos. Cuando las energías en enero cambiaron, comenzamos a sentir una ansiedad. Un “Qué va a pasar”. Nada. Si no te mentís. Si te animás. Si te querés. Fluir no es verbo conjugable en este año de hacerme responsable por las consecuencias de lo que hago.
Merecemos!

Simone Seija
La Psi que leo Registros Akásicos.

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