Codependencia. Más frecuente de lo que pensamos
El codependiente tiene baja autoestima.
Tiene problemas para amarse a sí mismo y verse valioso. Para ocupar y tener un lugar en el mundo. Establecer límites y fronteras saludables.
O se deja avasallar, o se protege tras el enojo, el silencio, el miedo, las palabras. No se muestra tal cual es, porque se siente poca cosa.
Como su autoestima es baja y no sabe interactuar de una manera saludable con el entorno, duda sobre cómo se siente ante las situaciones. No ve su realidad emocional y entonces duda a la hora de actuar. No sabe lo que quiere y lo que no.
La baja autoestima, el no valorarse, el no amarse, hace que se desconecte de cuales son sus necesidades, para satisfacerlas.
Cuando necesita algo puede ser ese tipo de persona que depende en todo de otro, o lo contrario, ese que jamás pide ayuda para nada, y ve como un valor en sí mismo pasar de los demás porque todo lo puede.
El codependiente no conoce de medias tintas. Todo es blanco o negro. No ve los grises en una situación. O estás con él, o contra él.
El codependiente tiene necesidad de controlarlo todo. Todas las variables contempladas y que todo se haga a su manera.
Comienza a sentir resentimiento, porque vive el mundo y a las personas como peligrosas o complotadas para hacerlo sentir mal.
Por eso tiene dificultades para establecer relaciones de intimidad.
La intimidad implica mostrarte tal cual sos. No se pueden establecer vínculos reales con las personas si no sabemos lo que sentimos .
Tienden a evadir el dolor, y suelen utilizar lo espiritual como un ritual sin contenido. Haciendo lo que “de afuera” se espera, pero sin conectar realmente.
Su otra manera de evadir el dolor, la más peligrosa, son las adicciones. De todo tipo. No sólo a sustancias, también a personas, al juego, a todo aquello que lo saque de la realidad que no tolera.
Sanar las experiencias dolorosas, trabajar con la autoestima y fortalecerla, construyendo una valoración personal positiva. Modificar creencias y pensamientos irracionales, liberarse de la culpa, enfrentar los miedos.
Siempre estamos a tiempos de querernos a nosotras mismas y ser libres.
Simone Seija
La Psi que leo Registros Akásicos
