Volviendo a casa…
Estar en comunicación con el cuerpo, escuchar lo que nos pide. Estar en contacto con nosotros mismos, escuchar nuestras necesidades. Estar en el aquí y ahora…
Leer Registros tiene una exigencia física, psíquica y espiritual. Para poder ser buen canal, el cuerpo tiene que estar limpio energéticamente y… descansado.
A veces me preguntan por qué atiendo una cantidad determinada de personas por día. Por qué no atiendo los fines de semana.La respuesta es…prefiero que quien no quiera esperarme no llegue a la consulta, a sobre agendarme y realizar una labor tan especial en condiciones adversas.
Cada Lector sabe cual es su resistencia personal. Cuántos Registros somos capaces de leer de corrido. En qué momento tenemos que detenernos a descansar para comer, caminar, tomar aire y luego, frescos, retomar.
Por eso agradezco a todos los que aguardaron mi retorno y voy a recibir en estos meses que tenemos por delante.
Gracias por los saludos de bienvenida. Gracias a quiénes me enviaron mensajes celebrando que nos vemos en determinada fecha. Siempre…Gracias.
Cuidarlos es cuidarme. Viajé a los lugares sagrados de la tierra, donde están los bosques, los ríos. las montañas. Santuarios de lo femenino que al recorrer nos van limpiando, nos nutren de nuevas fuerzas.
Volver a casa llena de bríos y de ganas, es volver a hacer lo que amo en plenitud. Con la valija llena de libros que estoy leyendo, preparando el año que entra.
Volver a casa para reencontrarme con rostros muy queridos que hace tantos años se leen Registros conmigo. Y rostros nuevos que el alma espera con la sencilla consigna de «Llega quien tiene que llegar, en el momento preciso…»Como he dicho tantas veces, ser Lector de Registros es una manera de transitar la vida. Trabajo cuando otros toman vacaciones. Mis feriados no son terrenos sino espirituales. Amar lo que se haga, es intentar hacerlo con la mejor intención, desde el corazón. A conciencia. Respetando la sagrada labor.
Bendiciones infinitas! Gracias por acompañarme en este viaje. Gracias por estar a mi retorno. Nunca estamos solas!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos