Tiempo de encender las ideas…
Cada vez que me detengo en una encrucijada.
Cada vez que siento que hay que salir de donde estaba.
Y avanzar.
No me detengo a pensar.
Porque pensar y pensar y pensar, detiene el hacer.
Hay tiempos para meditar.
Tiempos para escuchar.
Tiempos para decidir.
Tiempo para caminar.
Hacia atrás no se puede ir. Porque el pasado es irrecuperable.
Y saltar en el tiempo y caer en el casillero siguiente, salteando el presente, tampoco.
Queda mirarme los pies, y tomar nota del suelo que estoy pisando.
Queda mirar a los costados y ver quiénes me acompañan.
Queda mirar hacia arriba y saberme sostenida.
Queda mirar hacia adentro y sentir que lo que tenga que suceder, sucederá.
Y finalmente, queda mirar de frente lo que es y lo que hay.
Concentrándome en cada movimiento.
Buscando en el caos el sendero de un orden imperceptible, aún increado.
Hay caos creativo y hay caos confusional.
Del primero sale luz, el segundo es pura oscuridad.
Y en estos tiempos, ambos están fusionados.
De cada acción surge una consecuencia inmediata y otra mediata.
El caos creativo es el que tiene el poder que nace de las entrañas de todas.
Y al caos confusional lo erradicamos eligiendo qué escuchar. Qué hacer. Con quien. Cuando. Cómo.
Hay tiempos, de despertar. Y caminar.
Juntas soñamos y materializamos rock.
Escrito por Simone Seija
La Psicóloga que leo Registros Akásicos
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