Soltar lo que hace daño no es huir es ejercer tu derecho a vivir!
Un dementor es una criatura oscura y siniestra que se alimenta de la felicidad de los otros, sembrando desesperación y tristeza.La defensa contra los dementores, es el encantamiento Patronus. Consiste en recordar la situación más feliz de toda tu vida, creando con ella la materialización de esa dicha, que los ahuyenta.
Podría decir que esta es una creación fruto de la imaginación de J. K. Rowling. Pero resulta que salvo por el aspecto, me he topado con demasiados dementores en mi vida como para tomarlo como fantasía.
Se comunicó conmigo en estos días, luego de tantos años, para decirme que finalmente se dió cuenta que su dementor personal la engaña. No la mira. La violenta. Que se siente que está equivocada en todo lo que hace y dice. Que ya no tiene fuerzas. Que teme por sus hijos.Y a la distancia se ve como cada vez que parece que va a tomar alguna decisión para cambiar las cosas, él comienza a absorber su cerebro, secándole el alma.
La recuerdo tal como la sé. Inteligente. Bellísima. Justificando. Cerrando los ojos. Negando. Soportando
Entonces publica algo que he visto dando vueltas en estos días “Está muy de moda aprender a soltar, pero se nos olvida sostener, reparar, cuidar, amar y no salir huyendo cuando todo se complica.”
Lo primero que se me ocurre es “sostener lo sostenible, reparar lo reparable, cuidar a quien te cuida, amar a quien te ama y no salir huyendo cuando todo se complica… en tanto tu vida y la de quiénes están bajo tu cuidado no corran riesgo.”
La madre de una amiga, con cincuenta años de matrimonio a sus espaldas, decía que el problema actual es que las mujeres no aguantamos como antes.
Y es verdad. O no. Tal vez sí seguimos aguantando como antes, pero ni siquiera nos damos cuenta que lo hacemos.
Vivo en un país con una tasa de muerte de mujeres a manos de parejas y ex parejas, altísimo. Algo que se repite alrededor del mundo. ¿Aplica en algo el sostener, reparar, cuidar, amar y quedarse cuando tienes un dementor que te quita la alegría y poco a poco mata tu alma? ¿Tiene mérito soportar lo insoportable?
¿Si sientes que te estás muriendo y te están llevando a morir, además te voy a hacer sentir culpable de que no toleres? ¿De que no cuides? ¿De qué huyes?
Creo en los dementores humanos, de uno y otro género. Seres que disfrutan con la tristeza y el dolor de quiénes caen en sus garras. Y creo que la única salida es tomar fuerzas recordando esos momentos de felicidad, que nos llevan a conectar con qué la vida merece ser vivida. Que supimos estar bien. Que sabemos como hacerlo. Que sólo es necesario encontrar el propio camino para recuperar la vitalidad, materializar nuestra energía positiva y …soltar. No tener miedo a quedar sola, porque la soledad del terror acompañada es el infierno en la tierra.
Hoy estás viva. Y no naciste para soportar. Ni para mártir. Que ya por brujas nos quemaron hace años. Hacernos creer que no merecemos vivir es aún más cruel y dañino que atarnos a un palo y prendernos un fuego debajo.
Piensa por ti misma. Utiliza tu criterio. Pregúntate si eres feliz en la vida que estás sosteniendo y contéstate tú misma con lealtad a tu causa. Que eres la única que sufrirás las consecuencias cuando las que te dicen “aguanta” ni sepan de tu suerte.
Bendiciones infinitas. Mereces vivir. Mereces soltar lo que te daña. Mereces darte el permiso de transitar el mundo sin culpas ni juicios ajenos. Mereces. Merezco. Merecemos. Nunca estamos solas!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos