San Juan… cuando los velos caen…
Cómo la mayor parte de las cosas de mi vida, primero las vivo y luego comprendo…
No hace demasiados años que comencé a celebrar la noche de San Juan. Noche de Fuegos purificadores y liberadores, de Agua que sana y que corre arrastrando lo que no debe quedar, de Hierbas que aumentan su fuerza. Noche mezcla de magia, alegría, celebración. Fusión de fiesta celta por el solsticio con la cristiana por la celebración del santo.
Una querida lectora de la página dice que hay que escribir un pedido y arrojarlo al fuego. Otros escriben lo que quieren dejar ir, y en otro papel lo que quieren que llegue.
Mi experiencia de vida, nada científica, me hace pensar que esta noche hay una puerta dimensional que se activa, una especie de filtro, un tamiz por el cual pasa lo que tiene que permanecer en la vida, y lo que no…sigue su curso.
Recién me di cuenta de esto en una noche de San Juan bisagra, después de la cual cayeron máscaras, se revelaron personas y aparecieron otras que se transformaron en pura riqueza de almas.
En esa noche me sentía muy feliz. Había ido con el delicioso que luego me dejó por mensaje de texto, el que quería que hiciera sentadillas. Abrazo grande estimado. Donde sea que estés, gracias por la maravillosa experiencia que tanto me permitió aprender sobre el ser humano y sobre mí misma, bendito seas.
Llegar con él y verme tan feliz provocó una conmoción en personas que se decían amigas, y ahí corroboré una vez más que hay quien se nutre de la desgracias pero la alegría ajena no la puede sostener.
Esa noche bailé, besé, creí y soñé. Tiré mi lista al fuego, sin saber que se cumpliría al pie de la letra. Y cuando puse la cabeza en la almohada, no tenía idea que la fuerza de la energía de este día, ya comenzaba a mover, mostrar, dejar expuesta, toda oscuridad que no tenía que permanecer.
Amo la noche de San Juan. Bailar. Brindar. Celebrar. Convocar a los elementos a través del Arcángel Uriel. Instalar la Luz en mi casa, para que ella tenga el Poder. Sé que tengo que estar lista para las buenas cosas que llegan y aquellas que deben partir por fin.
No se pregunten como soltar… lo que ya está averiado se termina de liberar.
No se pregunten que es lo que vendrá…lo que ya está en nuestro camino, está al llegar. Y nos vamos a dar cuenta si trabajamos lo que teníamos que trabajar en el momento en que se muestre. Si llega a traer felicidad plena o aprendizaje, que siempre implica un margen de dolor.
Bendiciones en esta noche de Luz, a ambos hemisferios. La eclosión de los proyectos comienza en el hemisferio Norte. El sembrar de lo que vamos a recolectar se inicia en el hemisferio Sur.
Celebremos estar vivos! Y dejemos a la fuerza de la naturaleza en su versión luminosa invitarnos a danzar!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos