Podemos elegir quejarnos…
Podemos elegir quejarnos. Porque la vida es un tejido largo, imbricado, lleno de hilos que se cruzan. Entonces siempre van a existir «personas malas» que nos impidieron o impiden ser o avanzar.
O podemos elegir evolucionar. Y darnos cuenta de la historia de nuestras elecciones. Ver los puntos de inflexión en que pudimos hacer la diferencia y nos quedamos por comodidad. O nos fuimos y nos costó carísimo, porque nos la cobraron a dolor lento.
Podemos elegir regurgitar el pasado, sin terminar de procesarlo, y se vuelve una cadena perenne que se instala en las tripas y no se mueve.
O podemos…y esa para mí viene siendo la opción que más me tienta…apostar a la alegría. A que lo que fue ya fue, y tan fue que si te veo te abrazo, porque tuve la dicha de olvidarme el porqué alguna vez me pude enojar tanto.
Apostar a no ceder, a no aguantar, a decir lo que sienta aunque pueda sonar ingrato,,,para después caminar con el sol en la cara, sintiendo la sangre correr y el corazón en llamas.
Podemos elegir quejarnos. Y buscar «lo malo». O abrazarnos muy fuerte, perdonarnos,y luego estirar las manos, para que se agarren de ella los que vienen pletóricos de vida, amor y sueños…sin rencores ni dueños…
Bendiciones infinitas! Nunca estamos solas!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos