Blog - Nunca estamos solas

Pareciera que el destino de una mujer fuera esperar…

Pareciera que el destino de una mujer fuera esperar. Esperar es un verbo que aplica desde que somos niñas…
Esperamos que nos vengan a buscar a la escuela. Esperamos que nuestros padres lleguen de trabajar. Esperamos que nos saquen a pasear. Esperamos que nos den permiso para hacer. Esperamos.
Luego crecemos y de adolescentes se inicia otro tipo de espera. Esperamos ser aceptadas en el grupo donde estudiamos. Esperamos que nos autoricen a salir a bailar. Esperamos que llegue la hora de salir de clase. Esperamos la llamada o el mensaje del chico que nos gusta. Esperamos.
Esperamos por el primer beso.
Esperamos por la primera relación sexual.
Esperamos por el primer orgasmo e incluso tememos que por más que esperemos nunca llegue. Esperamos.
Esperamos encontrar el hombre ideal. Esperamos que nos corresponda. Esperamos casarnos.
Esperamos embarazarnos. Esperamos.
Así nos educaron. Conjugamos más el verbo esperar que el verbo hacer.
Rara vez se ven videos de propuestas de matrimonio de mujeres a hombres…¿por qué será? Porque esperamos.
Yo me ahorré la ansiedad y a mis tres maridos les pedí casamiento. Por suerte ninguno me dijo que no…pero aunque soy romántica esa cosa de esperar…no se me da bien.
Se me ocurren una larga lista de esperas que han signado mi existencia. Esperas que tenían que ver con decisiones que tomaban otros…A niveles insospechados.
Como aquella pareja que tuve que tenía una hija de 13 años a la que veía todos los días, pero recién el viernes le decía si el fin de semana iba a querer ir a su casa a pasar con él o no. Y él se enojaba porque yo hacía mis propios planes con mis amigas mucho antes del viernes. Decía que «había que esperar». Te pido por favor!
Hay esperas y esperas…
En este mes de diciembre, que cierra un año difícil, en el que fuimos puestos a prueba de mil y una manera, sin enloquecimientos, sin atropellarnos, tal vez sea buena cosa no esperar a que suceda….sino hacerlo suceder.

Para que conjuguemos con alegría el verbo hacer…Y no esperemos que el mundo solucione sus temas para darnos la oportunidad de hacerlo nosotras…

Bendiciones infinitas! Que tengas un fabuloso último mes del año. Tómalo con calma, es uno más, de los tantos que nos restan por vivir! Nunca estamos solas!

Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akasicos

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