No sé lo que quiero. No tengo idea de lo que me hace feliz….
– No sé lo que quiero. No tengo idea de lo que me hace feliz.No sé si me casé enamorada. No sé si quiero irme o quedarme. No sé si hago bien o hago mal las cosas. No sé…
El corazón se estremece. Quisiera convertirme en algo poderoso y etéreo que despertara su corazón. Que hiciera que por sus venas corra el jugo de la vida.
Quisiera llegar a ese momento de la infancia en que le hicieron creer que ser ella, sus decisiones, sus gustos, sus palabras, no eran valiosos y válidos.
Quisiera darle los abrazos a su alma para que despierte y se manifieste.
Quisiera verla sonreir con alegría. Que sus maravillosos ojos azules se llenen de luces. Que se sepa bella, importante, capaz, poderosa, viva.
Quisiera. Pero me tropiezo con ser simplemente una humana que puede lo que puede y hay tanto que no.
Y recordé las veces que por amor me sumergí en vados oscuros para sacar a la superficie a los que se habían olvidado cómo se vive. Volví a tener la certeza que el sabernos queridos, que la contención de quien nos ama, nos salva de los demonios y nos lleva a playas amorosas.
Pero para eso es necesario tiempo. Y mientras la miraba, pedía por ella. Que alguien con la suficiente paciencia, el suficiente tiempo, las suficientes ganas , la suficiente capacidad, la suficiente alma, salga a su encuentro. Que ella se deje encontrar. Que se dé el milagro de renacer cuando se está casi muerto en vida.
Recordé las energías diseminadas en exceso en tantos momentos de mi existencia y agradecí la pasión. Porque es la pasión la que nos aleja de la inercia. Es esa llama que nos devora, que nos incendia, que nos quema enteras y nos renueva, el milagro de sentir. Meramente de sentir. Sentir. Con mayúsculas. Vivir. Con mayúsculas. Ser. Con mayúsculas.
Si sientes que nada te da alegría, enciende tus alarmas y sal al mundo a buscar lo que te nutra. Golpea las puertas. Aúlla a la luna. Corre en un bosque. Báñate desnuda. Pinta tus paredes de colores vivos. Duerme en sábanas nuevas con aroma a noches de sueños realizados. Pero por favor…hazlo ahora.
La vida está ahí. A por ella. Siempre. Enciéndete de amor. En este instante! Nunca estamos solas…
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos