MOMENTOS SAGRADOS
Leerse Registros consta de varios momentos sagrados , algunos previos a la Lectura y otros posteriores. Todos dignos de respeto, y dónde el alma se manifiesta.
1- Escuchamos hablar de algo que no conocemos, o si, que nos vibra en el centro del pecho y sabemos que ahí hay algo importante para nosotros.
2- Buscamos información, y continuamos presintiendo que ahí hay algo para nosotros.
3- Luego elegimos a la persona con quien realizarnos la Lectura. A veces nos recomiendan, otras, internamente, sabemos con quien tiene que ser. Una especie de certeza que ronda nuestro corazón…
4- Nos comunicamos para agendar día y hora y en este momento tenemos oportunidad de ser nosotros. Cuánto respetamos ese espacio de conexión con nuestros ángeles, guías y Maestros se manifiesta en estar atentos a este momento. ESTAR ATENTOS. ¿Estamos atentos en nuestra vida diaria? Aquí también hay mensajes…
5- Cuanto nos cuesta llegar al lugar. Si hay sucesos que parecen impedirlo. Si salimos tan sobre la hora y sin tener idea de donde es que perdemos la mitad de nuestro tiempo. Si nos equivocamos de día y hora… el Universo continúa manifestándose y sigue siendo motivo para pensar cómo respetamos nuestro tiempo divino. Lo que es un encuentro sagrado. Son mensajes a tener en cuenta…
6- Cuando llegamos al lugar ¿en qué condiciones lo hacemos? Estresados? Nerviosos? Permito recibir el mensaje o solo hablo yo? Sintonizo con mis seres de Luz y hago del encuentro algo sublime? Permito que llegue lo que tiene que llegar uniendo mi alma a la del Lector?
7- Y el paso más importante… qué hago con los mensajes recibidos? Cada palabra tiene su importancia, y está dicha en el momento y de la manera precisa. La clave desde el primer paso es ESCUCHAR. Puedo dejar que mi ego tome las riendas, y olvidar todo lo que me dijeron. O puedo darle el mando a mi alma y zambullirme en la aventura de vivir.
En cada uno de los siete pasos el Libre Albedrío es nuestro principal desafío. Desde el antes al después somos los dueños de nuestro momento sagrado… el cómo vivirlo está en nuestras manos.
Bendiciones!!!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos