La temporada de playa 2018 la cerramos tres mujeres primero, en un día ventoso en que encontramos guarida entre las rocas.
Y después nos tocó echarle la llave y darla por finalizada a dos de los jugadores de paleta y quien les habla, que seguimos yendo entre semana hasta el punto de encuentro, casi pisando el mes de abril. Ya sin redes, ni grupo, ni jolgorio. Simplemente a despedirnos del calor que se iba, a disfrutar del color del agua en marzo, de la tranquilidad nueva, de los peces y los pájaros que vuelven a sus lugares una vez pasado el aluvión humano.
Hoy nos dimos el primer abrazo de reencuentro. Uno de esos cálidos y fuertes, de alegría y comunión por el nuevo tiempo que se viene.
Llegué bien pasado el mediodía, y los vi. Los primeros cuatro. Como las golondrinas van llegando de a poco. Ya habían levantado la red, y guardado las paletas. Se estaban despidiendo.
Este abrazo simboliza la voz de alerta para todos los demás…” ¡Estamos bajando!”. El inicio de los mensajes de texto entre mujeres. “¿Estás despierta? Mirá que ya andamos por acá…”.
Y una que ama dormir hasta tarde, manotea el celular, lee la invitación y reacciona. Trago el desayuno, caliento el agua, me pongo lo primero que encuentro, me calzo el sombrero y allá voy.
Llega el tiempo de las caminatas, de tomar sol, de compartir mate, de entrar al agua una y mil veces y de hablar, hablar, hablar. Llega el tiempo de juntar sillas y aprender de esos hombres que llevan 30 años juntándose para jugar. No para competir. Para jugar. Vaya que hay aprendizaje ahí para tener en cuenta…
Hoy es di el primer abrazo del preludio del verano 2019. Y disfruto de antemano los que quedan por dar en los días venideros. El calor se acerca y el alma lo sabe y celebra…
Sea en el hemisferio norte bajo la forma de llamas y fuegos, o en el Sur, bajo la forma de sol, el calor está templando el aire… y se agradece.
Bendiciones infinitas! por los encuentros. Porque nunca estamos solas!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos