Hay una exhibición de la violencia que se convierte en un camino sin salida…
Hay una exhibición de la violencia que se convierte en un camino sin salida-
Es la repetición minuciosa de todos los actos, agravios, palabras y situaciones sufridas ante una persona. Una y otra vez. Sin tener la menor intención de cambiar nada.
Hay una exhibición de la violencia que busca poner sobre los hombros del otro la responsabilidad, cuando los únicos dueños de nuestra propia vida y las decisiones que conlleva…somos nosotros.
“Amiga, por favor, hacéme una lista de todo lo que él me hizo así no me olvido…”
Ante este pedido me pregunto…¿por qué no hacés tú la propia lista? ¿Quién sino tú misma sabe lo que vivió, lo que vive, lo que tiene miedo que le pase?
“Amiga, no lo puedo creer, me encontró el celular y todas nuestras conversaciones .” Esas donde ella me decía que lo quería dejar, que no se animaba. Idas. Vueltas. Sugerencias de abogados.
Como testigos mudas de lo incambiable, las amigas, las que acompañamos, las que tememos lo peor , pero nada podemos hacer, porque si accionamos…esa a quien queremos proteger, nos deja en evidencia y en peligro.
Hay una exhibición de la violencia que cuesta reconocer. Reconocer quien la vive. Reconocer quien acompaña. Pero cuando te das cuenta, sólo quedaría hacer una invitación. “No quiero ser la mala de la película de tu vida. Convertíte en la protagonista y hacé frente a tus elecciones. No estás sola. Pero lo que pasa ya lo sé…la gran pregunta es que vas a hacer tú con eso…”
Poner límites. Cuidar. Cuidarse. No volver a recorrer caminos de dolor infructuosos. Hay un dicho que dice “ellos después se arreglan y la que queda mal es una.” Lamentablemente tiene mucho de verdad. No importan las razones. Ni si está bien, ni si está mal. Hacemos como mujeres cuando estamos en situaciones tóxicas, lo que podemos. Y lo mismo hacen quiénes nos rodean. Nos acompañan mientras pueden. Porque las únicas que podemos decidir sobre qué hacer o no, somos nosotras.
Si sientes que estás sola. Que no hay nadie para escucharte cuando antes sí había, pregúntate cuántas veces te sintieron repetir la misma letanía. Cuántas veces quedaron mal paradas porque tú misma las dejaste mal paradas. Y luego, prepara tu estrategia. Que no es mala palabra.
De las situaciones peligrosas se sale con plan. Con organización. Mirando la verdad a los ojos. Y sabiendo que si te quedas a mitad de camino en el proceso de separación de un violento, cada vez será más y más difícil salirse de ese cieno. Camina con firmeza y por arte de magia, verás guerreras pararse a tu lado a sostenerte, convencidas de tu propia fuerza!
Bendiciones infinitas! Nunca estamos solas! Enciende tu Luz cuando sea tu momento y acudiremos al llamado de tu alma!
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos