ganas de volver a casa
«Me gustaría tener ganas de volver a casa . Salgo del trabajo cansado y a pesar de todo… no quiero volver a casa.»
¿Por qué para algunos la cuarentena es una tortura?
Sencillamente porque cuando estar en casa es una tortura estar obligados a no salir de ella, se hace irrespirable.
Pero eso no se da de un día para el otro. Lo vamos construyendo. Vivimos corriendo y nos olvidamos de pensar si el lugar en el que estamos nos hace o no felices. O la persona que tenemos al lado.
No nos damos cuenta que los fines de semana pasan volando y si es posible buscamos llenarlos de actividades para olvidarnos de lo que no funciona. Entonces llega este momento y nos dice «Quieta. Observá que es lo que no funciona en tu vida. Y tené el valor de modificar lo que te hace infeliz.»
No nos angustiamos porque no damos más. Ni por tener a los nenes y el marido en casa. O por que se atrasaron los proyectos. O los temas económicos que saltan a la cara. Lloramos de impotencia al darnos cuenta la cantidad de vida que no nos satisface que venimos aguantando para nada. Porque un bichito mínimo te puede volar toda la estantería en dos minutos.
Enamoráte. Jugá. Creá. Generá abundancia imaginando nuevas formas de resolver problemas viejos. Mirá el cielo e imagináte que estás en donde quieras. Pero primero que nada, encontrá un lugar al que puedas llamar hogar. Que no importa que sea de 15 mts cuadrados. Sino que sientas tuyo y vivas en paz y alegría. Coronavirus. El virus de la sinceridad brutal.
Nunca estamos solas! Hacedoras de sueños! La vida empieza hoy!
Cuando volver al lugar que simboliza el reposo se vuelve un acto desganado, no te quejes. No se lo cuentes a otros. No desperdigues tus fuerzas. Pregúntate si vale la pena ponerle tiempo y ganas a modificar lo que no te colma. Y si te parece que lo vale, háblalo con quien merece saberlo…quien comparte tu vida.
Nosotros construimos nuestros infiernos. Y con la misma habilidad podemos reformular nuestros paraísos. Pero para eso, es necesario saber lo que se quiere, y lo que no se quiere.
Y elegir vivir…no perdurar…
Bendiciones!!
Simone Seija Paseyro
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