El mundo entero está en movimiento…
El mundo entero está en movimiento. Cruzamos fronteras (cuando nos dejan). Algunos para venir a vivir a mi país, otros, yendo a buscar en otra parte lo que esta tierra no les da.
Un ir y venir que se siente en el aire. Se ve en los aeropuertos. Se escucha en las conversaciones. Se revela en las Lecturas de Registros. Humanos abriendo alas, surcando océanos, formando hogar en fogones distintos.
A simple vista es un café con leche y unos churros.
Para mí, son una manifestación de amor. Cómo son las bien sencillas. Maravillosas.
Cuando viajé en el 2012 por primera vez a Madrid, la conocí a ella. Ecuatoriana, recién había llegado de su tierra, donde habían quedado su mamá y su hijita. Yo estaba un tanto descachuflada emocionalmente. Ella lo intuyó. Tenía dos semanas por delante que me las veía negras, porque había viajado en busca del amor, y el amor me había esquivado y dejado sola en una ciudad desconocida.
Así que sin mediar palabra, con su desenfado, me puso bajo su ala. Me traía tapas nuevas para probar. Me dejaba bajo el cuidado de su compañero de trabajo, en la noche, en que no le tocaba turno.
Tanto, que cuando me fui, le compré un regalo y se lo fui a llevar en agradecimiento. Porque sin saberlo, había sido una demostración activa de nuestro «Nunca estamos solas».
En 2014 nos volvimos a encontrar, y a ella se sumó una cubana, puros ojos y pelo encaracolado. Y por las dos me dejé apapuchar.
Luego seguí volviendo.
Y en este viaje, su regalo fue guardarme masa de churros para ponérmelos bien calentitos con un cafelito, cuando llegaba a eso de las 11. Todas las mañanas sin faltar una.Y es que los churros se terminan como mucho a las 9 y 30…
Esta es la magia de estar vivas. De ir formando círculos de vínculos por encima de distancias. De oler la tristeza y desesperanza de unas y otras. De darnos ánimo con una sonrisa. De ver…de sentirnos vistas y cuidadas. El mundo es uno solo. Nadie es extranjero en ninguna tierra si es tratado con amor. Hagamos esa realidad viva y activa…empezando por nuestra propia casa y las propias fronteras.
Da…y te será dado. Multiplicado.
Porque nunca estamos solas…gracias, gracias, gracias! Bendiciones infinitas!
Foto. Noviembre 2012. La Platería de Madrid.
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos