Blog - Nunca estamos solas

EL EMPODERAMIENTO DE LA MUJER

Busco el verbo empoderar en el diccionario: “Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido”.

Comienzan a pasar por mi mente las infinitas escenas vistas en películas, vividas en la vida real, leídas en los libros.

Observo a las mujeres que detentan puestos de poder en empresas, en medios de comunicación, en Universidades.. Muchas de ellas se han tenido que revestir de una coraza para poder triunfar, volviéndose triplemente duras. Otras directamente, han visto sus producciones delegadas.

Un día estaba sentada con dos hombres muy amigos entre sí, de unos 67 años. Ambos con parejas veintipico de años menores. Uno le dijo al otro : “Lo que yo necesito es una mujer tranquila, entendés, alguien de cincuenta, cincuenta y algo que ya esté serena, que no dé problemas.” Y lo escuché sin dimensionar realmente lo que quería decir este concepto…

Quiero decir con esto que estamos acostumbradas a las “violencias sutiles”. A que nos “pongan en el lugar”. A que nos den “órdenes tácitas”.

Estamos despertando… porque estamos escuchando lo que nos dicen. Analizando lo que encierran las palabras y diciendo… Basta.

¿Pero para eso tenemos que ir a lugares donde nos enseñen a empoderarnos? ¿A Recuperar la Potencia, la facultad de hacer algo? ¿A darnos el tiempo y darnos el lugar?

¿Será que podemos pensar por nosotras mismas y decir en voz alta: “ A los cincuenta las mujeres no nos serenamos, todo lo contrario. Tenemos las cosas el doble de claras, y hasta comenzamos a animarnos a ser nosotras mismas. Por qué mejor no te consigues un perro faldero que ese sí que no te va a traer problemas?”

Eso es lo que quisiera haber contestado en ese momento y necesité varios años para darme cuenta…

Todo lo que nos ayude a despertar es bienvenido, pero hay un primer paso personal, que cada mujer puede hacer que es… escuchar lo que le dicen. Y no volver su cuerpo y su sexualidad moneda de cambio. Porque mucho nos escandalizamos cuando vemos a las mujeres en los medios exhibidas como objetos… pero ¿de qué manera logramos las cosas en el día a día para acortar camino?

Respetarnos a nosotras mismas, a nuestros cuerpos, a nuestro lugar en el mundo es una responsabilidad personal. Unirnos, apoyarnos, ser solidarias y no competitivas, ser amorosas y no envidiosas, hablar de frente y no sacarnos el cuero por detrás, respetar a la pareja ajena, no aceptar el ninguneo y el maltrato y a su vez no ningunear ni maltratar.

En pleno siglo XXI está de moda “el empoderamiento de la mujer”, porque una sociedad se ha construido sobre la base que somos un grupo social desfavorecido.

Despertar en Amor. Poner límites en Amor. Aprender a decir NO en Amor. Y SI desde el corazón. Valernos por nosotras mismas económicamente. Pararnos sobre nuestros pies sin tener que pisar a nadie. Vaya si tenemos cosas para poner en práctica y pensar… porque despertar implica salirse de la zona de comodidad.

Y permitir que surja la Mujer sabia, ancestral, unida a la Tierra por los lazos de la Luz

Bendiciones!!

Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos

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