El alma pegó un alarido…
El alma pegó un alarido, y mientras con un brazo lo arrastraba hasta el sillón, sus casi dos metros sobre mis hombros, con el otro llamaba a la ambulancia. Y ya subida en ella, invoqué a mis ángeles, los Divinos y los humanos, los que sabía que iban a salir a sostener, de todas partes, fuerza y coraje, en presencia o en Oración.
Para cuando ingresó en el CTI mi madre, el hada de la agenda y la pequeña hada habían llegado. Y desde todos los puntos cardinales sentía la capa de luz que se formaba sobre nosotros, protegiendo.
Mi tercer ex marido es mi familia. El año pasado lo trasplantaron de un riñón y el viaje a Escocia del 2018 fue en celebración de su renacimiento. Apenas una semana después de volver, le dio un ACV. Y cómo estaba en casa, pudimos llegar en tiempo al sanatorio y que le dieran un tratamiento de reversión que lo dejó sin secuelas.
Como nunca ,sentí el “No estamos solas”. Presente dijo Carmen con sus hijos y su poder de oración. Presente dijo la India poderosa que pidió a sus MAMIS en TRIBU que rezaran. Presente dijeron mis unicornias favoritas, las mágicas Agus y Pati que utilizaron la alquimia para elevar un pedido especial. Presente mis amigas colegas que cada una a su manera hizo fuerza para que el compañero de tantas aventuras de la época de Facultad saliera adelante. Presente dijo Laura que desdobló las oraciones entre Guada y Diego. Porque Diego atiende a Guada y esos corazones están unidos…Presente dijo Adriana que fue hasta el altar a poner un Cirio especial. Presente dijo Agosto con su mensaje cotidiano preguntándome desde Nueva York “¿Simonita como andás?….
Comprendí como nunca los significados de la palabra aceptación, Hágase tu voluntad, y en Tus manos lo pongo.
Comprendí como nunca que el instante que tenemos es hoy. Que todo cambia en un segundo. Que la vida es el agradecimiento primero, y honrarla, lo que viene inmediatamente después.
Comprendí que hay una parte de una que parece que se disuelve y otra que se empodera en una conjunción única…la de saltar esa delgada línea plata entre la vida y la muerte.
Comprendí que ese arbolito de Navidad se iluminó como nunca para darme Luz al llegar tarde del sanatorio en la noche y dejarme envolver por su mágica alegría.
Comprendí…que hay momentos de priorizar y me permití cancelar dos veces (por primera vez en los años que trabajo) porque no podía estar en dos lugares al mismo tiempo. Y las personas que tuvieron que cambiar su día lo comprendieron y les estoy eternamente agradecida.
Comprendí…y seguramente me quede tanto y tanto por comprender. Pero ahora estoy en la fase de agradecer, y también de proteger.
Esta última semana de diciembre fue muy convocante para tantas personas que tengo cerca. Para mí misma. Y nos sentí unidas por un hilo dorado que conecta los corazones y nos lleva hacia un lugar similar, sostenidas.
Comprendí que ustedes estuvieron cada día, comentando las notas, sin tener ni idea de lo que estaba pasando, pero presentes con tanto amor.
Comprendí que es verdad que nunca estamos solas…que vamos construyendo lo que nos rodea y que el secreto es saber que estamos. Unos para otros, en reciprocidad.
Bendiciones infinitas! Y gracias gracias gracias por estar cada día. Por estar siempre. Nunca estamos solas…
Simone Seija Paseyro
Lectora de Registros Akásicos